Este es un post de lo más íntimo y personal que creo que he escrito (o incluso escribiré) nunca.
Literalmente, estoy desnudando todos mis miedos e inseguridades ante tí.
Imagínate, además yo no te conozco de nada, tú a mí también poquito, no tengo ni idea que opinión te has forjado sobre mí y las primeras líneas que lees sobre mí son estas:
¡BOOOM!
Esto es REAL, ojalá fuera un montaje o un recurso de marketing para captar tu atención.
SÍ, es un comentario “HateR”, en toda regla y con mayúsculas.
De alguien que hizo una sesión de asesoramiento, se decidió y comprometió (hizo creer) a hacer su primera sesión y ya no se presentó.
Además, me dejó este regalito en las reseñas de google.
Te puedes imaginar cómo me sentí cuando abrí y leí el correo de Google.
Yo aún lo recuerdo.
Menudo día pasé, sí yo también soy humana, también me afectan estas cosas y lo pasé mal. Muy mal.
El primer impulso… ponerle en su sitio y desmentir todas las mentiras.
Por suerte, antes de escribir una respuesta, me recuperé del arrebato de ira y supe responder acertadamente con un: “gracias tendré muy en cuenta tus recomendaciones”.
Sin más, no merece la pena.
Por poco que llegué a hablar con esta persona, dispongo de demasiada información comprometida sobre su situación que jamás revelaré porque cumplo estrictamente con mi secreto profesional.
¿Qué pretendo con esto exactamente 4 meses después de este comentario?
Aprovecharlo para que me conozcas aún más.
Breve
Breve sí, ahí lo acertó. Voy directa a conocer el problema y descubrir si voy a poderte ayudar con lo que sé y mi método. No me gusta perder el tiempo ni dar rodeos.
Cara
Según para quién. Resulta que trabajar conmigo te cambia la vida. Te resultaré cara según el valor que le des a tu vida. Según lo importante que sea para tí poder olvidarte de síntomas que llevan años acompañándote y que te impiden vivir la vida que te gustaría.
Mi trabajo consiste en darle la vuelta a todo lo que está sufriendo una persona y eso, estarás de acuerdo conmigo, que sí es mucho valor.
Aquí ocurrió que esta persona no valora igual que yo lo importante que podría ser poder cambiar su vida.
Sin vergüenza: insulto gratuito.
Yo también he nacido para ser feliz, además soy imperfecta y me equivoco. Como en esa ocasión, no caigo en el detalle de aparecer en una sesión de asesoramiento (sin conocer el motivo de consulta o demanda) con una sudadera de calaveras. Sorry.
No me puede recomendar para nada.
Básicamente porque no apareció y tampoco avisó para cancelar la sesión a la que se había comprometido a venir.
Mi tiempo es limitado, lástima no haber cobrado la sesión por adelantado. Lástima que no la hubiera cancelado con el suficiente tiempo para que otra persona que sí está comprometida a cambiar su vida, la hubiera aprovechado.
Todo lo demás, un insulto gratuito y más mentiras.
No merece más atención.
No comments yet.