La ansiedad es una emoción desagradable que hay que bloquear y evitar.
Tenemos que ser capaces de afrontar nuestros retos del día a día para ser eficientes y conseguir nuestros propósitos
Soy una persona responsable que puede con todo
Si no consigo lo que me propongo es responsabilidad mía
Yo me he buscado este problema y soy yo quien tiene que resolverlo
Sufrir ansiedad es una muestra de debilidad
La ansiedad aparece por un estrés mal gestionado.
¿Te suenan estas afirmaciones?
Dale al play y te lo cuento mejor:
Te acabo de presentar algunos de los mitos y creencias que se convierten en limitaciones que boicotean tu propósito de deshacerte de la ansiedad.
Algunas tienen más o menos validez, otras sólo son verdad en parte y en algunas situaciones y contextos.
Ninguna de ellas es válida ni verdadera de por sí.
Así funcionan nuestras creencias: en algunas situaciones y contextos nos guían, nos motivan y nos facilitan la resolución de problemas y en otros, totalmente al contrario: nos limitan y boicotean la resolución de problemas.
Estos sólo son unos cuantos ejemplos, si me pongo en serio te encuentro muchos más. Pero suficientes para que chequees tu mismo con cuál te sientes más a gusto.
Si alguno de los anteriores es tu leitmotiv, tu afirmación más recurrente y con la cuál te identificas sobre tu problema de ansiedad, tienes un problema.
¿Apuesto al rojo, a que no consigues superar tu problema de ansiedad?
Todos, inconscientemente guiamos nuestra actitud, nuestro comportamiento, nuestros valores en torno a nuestras creencias.
Sí, yo como psicóloga también. Además también soy persona que cree y tiene valores y también se equivoca. No me considero un ser superior, eso lo dejo para los psiquiatras (broma*).
Volviendo al tema, conocer que algunas de nuestras creencias nos limitan o nos boicotean en nuestros propósitos es sólo el primer paso para empezar un proceso consciente y reflexivo para cambiar estas creencias y hacerlas más adaptativas.
Adaptativas, para que nos permitan encajar otras soluciones, otras opciones de manejar los problemas en los que nos encontramos.
No es un proceso ni fácil, ni rápido, ni sencillo. A veces, puede resultar imposible, pero siempre es mucho más fácil si haces el click en ser consciente de cómo estan afectando a tu situación actual.
A partir de aquí, tu eliges. Sigo creyendo en lo mío o intento adaptarme y buscar una alternativa, encontrar otras opciones, ¿abrir la puerta a nuevas soluciones?
Me conformo con haberte planteado una duda. Quizá por hoy es suficiente.
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